Narrativas comunitarias
de ciclismo urbano en México

La bici es un instrumento para adoptar una cultura del cuidado del otro

Sofía Corona Brant

Construir puentes

Ciudad de México, Librería El Péndulo, Colonia Condesa, 11 de febrero, 2020.  En el café de la librería El Péndulo de la colonia Condesa, Sofía Corona conversa sobre los temas que la apasionan. Entre ellos, la tecnología. No tanto la de las computadoras o la inteligencia artificial, sino una a la vez más sutil y más orgánicala de los puentes. Aquellos que se construyen, o se pueden construir, entre individuos, entre ciudadanos y gobiernos, entre géneros, entre comunidades, y, también, entre todos estos y la propia tecnología de lacomputadorasTejidos, es otra de sus metáforas: los tejidos sociales, los tejidos de amistad, los tejidos de la movilidad. La bicicleta es parte de esas tecnologías que le interesan. Es una tecnología cívica, dice Sofía, y una tecnología del amor. 

Me gusta mucho la ciudad; me gusta mucho observar la ciudad; ¡me encanta caminar! Para mí, vivir la ciudad es caminarla, y subirme al metro, al metrobúsa los sistemas de transporte. Mi lucha, sobre todo, es por construir puentes y plataformas para que todos y todas tengamos un rol en la toma de decisiones en nuestras ciudades, pues una ciudad debe ser caminable para todos, y tiene que construirse desde la ciudadaníaEso, sobre todo: tiene que construirse desde y para los ciudadanos. Esa es mi lucha. Porque la bici… la bici me da un poco de miedo. Me da miedo que me pase algo; me da miedo también por… pues por lo que ya viví, por la experiencia propia. Pero a pesar de eso, no voy a dejar la bici: no por eso voy a dejar de pelear por la bici, y seguiré intentándolo. 

 

Yo estudié relaciones internacionales. Además, me gusta mucho la historia, muchísimo, y la sociología. Últimamente leo mucho de feminismo. Soy feminista. me estoy metiendo mucho en el análisis feminista de la tecnología: cómo nos reapropiamos la tecnologíaYo soy súper abortista, y el tema es cómo tomamos la tecnología y los bienes de reproducción. Es una corriente del feminismo en la que me estoy metiendo mucho ahorita que se llama el xenofemisnimo, y se trata de cómo tomamos la tecnología para generar nuevos métodos para reapropiarnos de nuestros cuerpos, y también para generar vínculos distintos a los familiares o a los sanguíneos.  

 

Pero ya por temas de chamba, siempre me he metido como en la parte de desarrollo local. Me parece que el mayor impacto directo que se puede tener en la ciudadanía es a través de lo local, no a través de lo nacional. Entonces, por razones del destino, entré a trabajar en una organización de tecnología cívica. Se llama Codeando México. Se trata de cómo usamos la tecnología para resolver problemas públicos. Y yo no odio la tecnología, pero sí me cuesta mucho trabajo. O sea, como yo estaba en la parte de ciencias sociales, pues me parece que la tecnología es muy compleja, ¿no?, y como que hay un tabú bien grande sobre la tecnología que impide muchas veces que las ciencias sociales vean cómo la tecnología puede ser utilizada como herramienta para eficientar y resolver muchos temas. Yo soy Project Manager de esa organización. Y no, no codeo, no soy tecnóloga. Hay cosas que no entiendo ni de chiste, y que el desarrollador tiene que explicarme como mil veces, pero para mí lo importante es cómo construimos puentes entre el lenguaje que hable un desarrollador y un problema social que tenemos que resolver. Y esto, enfocado sobre todo a temas de participación ciudadana y de gobierno abierto. El año pasado, nos enfocamos mucho en la capacitación a organizaciones de la sociedad civil que trabajan temas de desaparecidos, temas de género y de derechos humanos.

había partes de mi cuerpo que nunca había sentido como esa vez que anduve en bici.

Yo llegué a la bici por Emanuel, justo. Pero es chistoso porque cuando yo conocí a Emmanuel, él llevaba no tanto tiempo de andar en bici. De hecho, él antes tenía cochey tuvieron que venderlo por algo y entonces empezó a agarrar mucho una bici que le vendieron. Entonces yo lo conocí y le dije: ¡ay, pero es que yo no sé andar en bici! Y él: ¡Qué…! No si vamos a salir juntos tengo que enseñarte: me gustas mucho, así que tengo que enseñarteY ya, literal, fuimos a un campo de futbol, me subí a la bici y aprendí. ¡Sí, en un día! En ese momento él vivía en Cholula, que era un pueblo bicicletero. Ahora lamentablemente lo están intentado hacer un pueblo automovilista: me parece muy triste. Y luego, creo que como a la semana, fue la primera vía recreativa que hicieron en Cholula, y él era parte del staff y yo también estaba colaborando. Así que agarré la bici, y fue la primera vez que anduve en bici bien bien. Fueron catorce kilómetros: ¡yo me quería morir! Y eso, fue lo más hermoso que… así, de las cosas más hermosas que me han pasado. Yo me acuerdo que le gritaba a Emanuel: ¡es que el aire, nunca había sentido el aire en la cara de esta forma! Y me decía, me gritaba: ¡pero no vayas tan rápido porque te vas a caer! Y yo: ¡es que no puedo dejar de sentir el viento en mi cara! O sea, yo nunca había sentido esa libertad. Y para mí no hay nada más importante que la libertad. También era como tener muchas gansas de reírme, ganas como de de giggling, como de: ¡ja ja ja ja! Estaba muy contenta, y creo que había partes de mi cuerpo que nunca había sentido como esa vez que anduve en bici. 

 

Ya de ahí yo me mudé también a Cholula. Entonces en Cholula agarraba mucho más la bici porque me sentía más cómoda. También la gente respeta muchmás a los ciclistas. Y ahí quizá no me di cuenta de esto, sino ya mucho después, viviendo en Puebla y andando en bici en el centro: la bici te permite ver al otro, hacer un puente con el otro. Y eso es algo que a mí me recuerda mucho a Emmanuel porque era algo que él siempre me decía: tienes que ver a la gente para que la gente te vea; establecer ese contacto para que sepan que estás ahí. Y de hecho yo creo que esta entrevista es mía pero también mucho de él yo creo. Porque muchas de mis concepciones de la bici vienen a partir de las cosas que él me enseñó y por las que él luchaba.

 

Sí, como esto de ver a la gente, de buscar ese contacto en el que la bici te permite establecer relaciones más horizontales. Por ejemplo, siempre que había un coche en un paso peatonal, o sobre la ciclovía, me decía: ‘la próxima vez que vea un coche así voy a fingir que choco o que me caigo, para que se sienta culpable y mal por estar haciendo algo ilegal,’ ¿no? Y literal, un día, me acuerdo que me marcó muy contento, me dijo que iba con un amigo y había una señora en la ciclovía, y dijo: ‘es mi momento’. Y como que fingió que se estampó con la señora y sé cayó, y la señora bajó súper asustada, como de: ‘¿estás bien?’ Y él le dijo: ‘señora es que usted está en la ciclovía, y mire…’ Y ya, como que la señora súper apenada se quitó.

 

Pero yo soy más agresiva. Tal cual: le grito a la gente. Pero él siempre me decía: ‘nunca vas a lograr que cambien si le hablas a la gente de esa forma. Tienes que cambiar la forma en que te percibe el otro’, ¿no? No tanto de: ¡tú, coche imbécil..! Digo, sigo creyendo que los cochistas son unos imbéciles, y me dan ganas de estrangularlos, por supuesto. Pero Emanuel me hizo cambiar un poco el approach de cómo estaba yo dirigiéndome a las personasÉl era una persona muy noble, y muy empática, y eso fue lo que hizo que construyera tantas relaciones.

Sí, claro que sí: la bici es una tecnología. Es una tecnología que te permite ser parte de tu entorno, y vivir el entorno. Que es algo que no te permite un coche, por ejemplo. Un coche te encierra, ¿no?  Ves el entorno desde adentro, y por eso también todos te parecen insignificantes, porque estás muy protegido dentro de tu encierro: tienes aire acondicionado, puedes poner música, o sea, como muy individual. Y el tema de la bici es un tema colectivo. Es la posibilidad de conocer tu entorno desde tu cuerpo, que es vulnerable, y desde el entorno mismo, y saludar al de acá, y saludar al de allá De hecho, yo lo llamaría una tecnología cívica. ¡O sea: sí! Fíjate que nunca había pensado en esto: podría ser una tecnología cívica que al final te ayuda resolver un problema público, ¿no?  

La bici, a pesar de que se trata de mi movilidad, genera redes colectivas, porque te mueves desde la vulnerabilidad de la bicicleta.

Siempre, cuando doy talleres de tecnología cívica y gobierno abierto, les digo como: ¿cuál es la diferencia entre un problema público y un problema privado? Y pongo el ejemplo de Uber, ¿no? Siempre la pregunta es: Uber me resuelve un problema público o un problema privado. Y todo el mundo dice como: ‘no, es un problema público porque ayuda a la movilidad.’ Y yo digo: no, es un problema privado porque no estamos hablando de dar movilidad a colectivos, estamos hablando de mi movilidad. La bici, a pesar de que se trata de mi movilidad, genera redes colectivas, porque te mueves desde la vulnerabilidad de la bicicleta. O sea, en colectivos de bicis, todos entendemos que somos vulnerables, ¿no? Entonces, desde la bici voy a generar los entornos, las redes para que todos podamos llegar a nuestro destino de manera más segura. Eso me parece que no pasa con el coche. En el coche yo quiero llegar: el coche resuelve problemas privados. Además, genera problemas públicos: no genera relaciones, ni este sentido de la colectividad, contamina… Son como no sé, pienso ahorita ¡qué buena plática porque esto nunca lo había pensado…! Pienso ahorita cómo los cochistas se están mentando la madre todo el tiempo, ¿no? Unos con otros. Cuando vas en la bici no te peleas con otros ciclistas porque entiendes que estás en igualdad de condiciones y de vulnerabilidad. Pero con el coche es una competencia constante“yo necesito pasar,” “yo tengo un mejor coche,” “a mí me va mejor…”. 

 

Me parece que tenemos que empezar a romper con la idea del estatus social a través del coche. Y a través de lo que me da el coche, ¿sabes? Yo tengo amigos que no tienen varo, que les va super mal, o que están super deprimidos, pero lo único que piensan es comprarse o cambiar el coche. Porque es un símbolo de estatus. ¿Cómo podemos romper con ese símbolo de estatus? ¿Cómo podemos romper con esa forma de colonización? En este sentido sí creo que la bici es toda una tecnología cívica. ¡Sí, es todo un trip!  

 

Y también lo veo mucho como mujer. Cuando yo llegué a Guadalajara, el primer grupo al que me acerqué para andar en bici fue Femibici. Y me acuerdo muchísimo que ahí vi cosas, por ejemplo, que Emmanuel no me había explicado porque a él no se le ocurrió. Como ejercicios para dar la vuelta cuando traes vestidoo cómo hacer ciertos movimientos, o cómo ver y frenar ciertas cosas, o qué pasa si sientes que alguien te está acosando, o así. Eso es algo que a los hombres no se les ocurre, y esos talleres de mujeres te dan herramientas y protocolos de cómo actuar. Sientes que eres menos vulnerable que caminando, como mujer. Vas más rápido en la bici, ¿no? Que alguien intente agarrarte en una bici es más complicado que si alguien intenta agarrarte caminando. Si por ejemplo voy para casa de mi amiga, aunque sé que son como diez minutos de mi casa, sé que me puedo ir como a las 11 de la noche si agarro la bici, y no me siento tan insegura que si me voy caminando. 

 

O, por ejemplo, Clau y yo, cuando vivíamos juntas en Puebla, íbamos mucho a casas de unos amigos que vivían del otro lado del centro histórico. En el centro histórico, en la noche, no puedes caminar. Es muy inseguro. Hay mucha prostitución, hay mucho vandalismo. Entonces, en la noche, si pasa de las diez, la neta no, gracias. Pero a lo mejor, había veces que eran las once, eran las doce, y ellos me decían: ‘te acompañamos a la estación de la bici’Y sí, me sentía mucho más segura. Pero luego está el tema de ir a anclar la bici, y cuando iba con Clau no me sentía tan mal, pero si iba yo sola, aunque sean sólo dos calles de la ciclo-estación a mi casa, esas dos calles sin iluminación… Pues no. Entonces digamos que como mujer sí veo el beneficio de las bicis que no se anclan a una ciclo-estaciónporque puedes llegar con ellas hasta la puerta y meterte

 

O sea, como mujer sí ves muchas cosas que un hombre no nota en una bici; formas en que la bici te puede ayudarA mí la palabra empoderamiento me genera también un poco de conflicto, en el sentido de que no tendría por qué ser necesario tener poder ni fuerza para estar segura en una ciudadEs por eso que las redes entre mujeres te salvan: te dan solidaridad, no poderO sea, la neta yo lo digo desde lo más personal: las morras te levantan. Y no es porque los hombres no dan ese apoyo, es porque hay un cuidado intrínseco en la forma en la que nos crían, en la forma en la que crecemos como mujeres; hay una cultura del cuidado arraigadísima. Y eso también creo que se traduce en temas de la biciA mí, por ejemplo, Femibici me impulsó como a sentirme más cómoda en ciertas cosas. Daban talleres de mecánica para mujeres, ¿no? Y se crea una horizontalidad entre todas, y te es más fácil compartir, o decir no sé esto, o no entiendo lo otro, entre mujeres. La bici es un instrumento, una herramienta que te permite crear redes, y entre mujeres, te permite compartir la libertad también de moverte. O sea: te lo voy a compartir, te voy a enseñar, te voy a ayudar, vamos a construir juntas.   

 

Creo que la bici también lo que ayuda es hacer esa cultura del cuidado mucho más homologada. Homologada entre hombres y mujeresSabes, tú como ciclista te preocupas por otros ciclistas, porque todos comparten esa vulnerabilidad..No sé, esto es algo que se me está ocurriendo justo ahoritacómo la bici es un instrumento para adoptar una cultura del cuidado del otro. ¡Revelaciones de esta plática! (ríe).

¡Es que sí, en bici te preocupas por el otro! Tendrás a lo mejor tus riñas con algún ciclista que se pasó ¡eeeh! Pero como que te preocupas porque los ciclistas vayan bien y porque a nadie le pase nada. Y creo que también esa es una de las razones, y puede ser perdón que puede ser que me lo estoy inventando, pero me parece que pueden ser las razones de las rodadas¿no? En las rodadas todos se cuidan a todos. Entonces : claro que la bici es una tecnología cívica, en el sentido de reivindicar el cuidado de los demás y de cómo abrazar también esa cultura del cuidado que no está de la misma forma entre hombres y mujeres….  ¡, todo un trip!  

 

¿Este tatuaje? Ah, pues por Emmanuel. Emanuel tenía este tatuaje y cuando se murió, pues ya me hice el mismo. Pero es una historia graciosa porque… Claudia siempre me dice que yo debería ponerme una leyenda de: me lo hice por mi novio, porque casi no sé andar en bici. Porque todo el mundo me lo ve y es como: ‘¡Wow eres super ciclista!’ Y yo: ja ja ja no: es un memorial. Pero la historia es que él quería tatuarse desde hacía mucho, y a mí me gustan mucho los tatuajes y tengo muchos tatuajes. Y me estaba chingue y chingue de que se iba a tatuar algo, y que quería tatuarse algohasta que le dije: pues bueno, ya, busca algo. Y entonces, un día que iba a ser su cumpleaños, ya me tenía harta, y yo agarré y le hice una cita y le pagué un tatuaje. Y le dije como: ‘aquí esta tu cita, solo piensa en un diseño’. Y entonces me dijo: es que la bici me cambió todo, y la bici me permitió conocerte, entonces tiene que ser una bici. Y yo: ‘¡bueno va, dale! Y entonces se hizo el tatuaje. 

Entonces sí: claro que la bici es una tecnología cívica

 

Cuando él muere, fue todo fue como que un proceso muy complejo. Fue algo tan tan disruptivo en el plano de lo personal, pero también a nivel nacional. O sea, creo que Emmanuel, la muerte de Emmanuel, sí movió algunas cosas en la agenda. No sólo en Puebla, sino también a nivel nacional. Y es muy es todo un trip porque… yo siempre le decía que me daba mucho miedo que le pasara algo. No sé porque a veces usaba los audífonos cuando andaba en la bici, o porque iba sin casco, o algo así. Y me decía como: ‘es que si me pasa algo no va a depender de mí, porque yo hago todo lo que tengo que hacer para estar seguro sin que parezca que la bici es un deporte de alto riesgo’. Sabes, me dijo como: ‘la bici tiene que parecer que es otro medio de transporte, como los coches: los coches no usan casco, ¿no? Si yo uso casco, pues parece que es un deporte de alto riesgo y la gente no lo va a querer usar, y yo tengo que normalizar lo más que pueda que la gente use la bici. Si algo me pasa, bueno no fue por mí: fue por alguien que no tuvo cuidado con mi persona.’ Y al final, eso pasó. Aunque claro que fue todo un temaporque todos: es que no llevaba casco. Entonces, cuando murió, fue una forma de… sí, como de recordarme a mí misma de no dejar ese tema.  

 

Porque… cuando pasó todo, yo también me volví una forma como de estandarte, o una bandera. Un estandarte, digamos. O sea, la gente me buscaba: Areli, Bicitekas, los de la Ley de Movilidad… todos querían que hablara en el senado y todo. Y pues yo me compré la lucha de movilidad, mucho tiempo. Pero de hecho la movilidad no es mi lucha. O seayo lucho por una ciudad incluyente, sí, pero también lo hago de otras formas. Para mí, mi lucha es un tema de la participación y de la tecnología y de cómo les damos voz a quienes no tienen voz. El tema de la movilidad en sí misma, de cómo impulsamos la movilidad, de cómo diseñamos la ciudad y eso, no es mi temano es mi lucha. 

 

También me costó mucho tiempo hacer las paces con eso. Yo me sentía muy culpable de no de que todo el mundo quería que participara en cosas de movilidad y yo a todo decía que sí, pero por dentro yo no podía. O sea, como que yo no podía hacerlo. O sea, yo no sentía que se me escuchaba porque yo, Sofía Corona, tenía un chingo de conocimientos de movilidad, sino porque yo era novia de alguien que había muerto. Y ese era un papel que yo no quería tener. Entonceseste tatuaje… este tatuaje también fue para mí. Me lo hice casi casi después de que él se murió. Fue un reminder de que independientemente de todo, la bici es un vínculo para mí muy, muy especial. No solo por el tema de movilidad, sino porque me permitió construir una relación de cinco años y entender muchas cosas a partir de la bici, a partir de la lucha de la movilidad, a partir de cómo construimos ciudades de esa forma.  

 

después, todos los amigos que compartíamos Emmanuel y yo tienen el mismo tatuaje. Todos en lugares distintos, pero todos, claro, tienen el mismo tatuaje. Clau, por ejemplo, tiene el mismo tatuaje. Fue una forma de recordarnos lo que la lucha de movilidad nos ha costado. 

 

 

No te preocupes, créeme que para mí hablar de la muerte de Emmanuel me es muy fácil y me gusta mucho, entonces no hay preguntas malas ni nada, eh, ¡cero! Emmanuel era un man que le encantaba vivirClau y yo bromeamos mucho. Siempre decimos comoChale, al man que más le gustaba vivir fue el que se murió. Como te dije, era una persona muy empática, y muy noble. Y eso creo que fue lo que hizo también que construyera tantas relaciones, y que su muerte haya tenido el impacto que tuvo. Porque era una persona que amaba a la gente, literalmente. Yo me reía mucho de él porque conocía a alguien nuevo y entonces se obsesionaba con esa persona. Y yo le decía: ‘¡es que no entiendo cómo te enamoras tan rápido de la gente! ¡O sea, no entiendo cómo acabas de conocer esta persona y me estás diciendo: es que la quiero un chingo! ¡No entiendo cómo pasa eso en tu cerebro!’ Ahora lo entiendo muchísimo más. O sea, para mí, Emmanuel me enseñó amar y eso es algo que infinitamente le agradeceré. No sólo amar y lo que significa el amor, sino el amor al otro.  

 

Y creo que Emmanuel era eso. Tenía mucho amor para los otros, ¿no? Y era una persona que le era muy fácil ser empático con el otro y escuchar al otro. Tenía mil amigas de las que era su paño de lágrimas, que las escuchaba y que estaba ahí con ellas. Creo que también era una persona que genuinamente creía que la gente puede cambiar. Y lo intentaba mucho. Y lo intentaba de formas no convencionales, sabes, como eso de voy a fingir que la señora me atropella para que se dé cuenta de lo que implica manejar mal. Sí, Emmanuel era una persona que creía que la gente podía cambiar, y que la ciudad podía cambiar.  

 

Y claro, también había días donde se frustraba y se estresaba y odiaba a todo mundo, y se decepcionaba mucho. Pero… en general, era una persona muy optimista. Y claro que su muerte también le dio mucho sentido a la lucha. O sea, le dio mucho sentido a por qué estamos haciendo esto. Pues porque ya perdimos a alguien y no podemos perder a nadie más. Sí, lo bromeamos mucho entre mis amigos. Como: ¡chalecómo el más bueno de todos, el más alegre de todos, el que más quería vivir, fue el que se murió! Entonces, ahora nos toca a nosotros llevar es parte. 

 

Y es que no sé, para mí… es que para mí él no es la bici. O sea, él para mí, no es la bici. No es la movilidad. Para mí, esa es una parte microscópica. Para mí, Emmanuel es cinco años de relacióndonde la bici es sólo un componente a veces muy pequeño. Y sí, no sé, siempre va a estar ahí, pero para mí, por ejemplo, no ha sido tanto la muerte de Emmanuel en temas de la movilidad, sino la muerte de Emmanuel en temas de duelo. Porque yo me encontré que la gente no sabía cómo hablarme… que la gente no sabía cómo lidiar con lo que me estaba pasando… que la gente no entendía. Entonces, para mí fue de: cómo le explico a la gente que no importa si hacen preguntas malas; que no importa si me dicen cosas malas; ¡que yo me burlo un chingo de la muerte de Emmanuel! ¡Tengo un humor super negro, y el humor me ha permitido también darle sentido a muchas de las cosas que me han pasado! Creo que la muerte de Emmanuel, para mí, además de una cuestión social en mi grupo de amigos, de un tema que llevó la cuestión de la movilidad a nivel nacionaltambién ha sido una forma de hablar de lo que no se habla en México, de lo que no se habla en general: de cómo… de qué pasa cuando te quieres morir de la tristeza 

 

Y sí, no sé… ¡Creo que él estaría super contento con esto(ríe) Con la entrevista, por supuesto. Porque para él, la bici fue el vínculo con su grupo más cercano de amigos. Además, a partir de la bici, consiguió el trabajo en el IMPLAN. Y a partir de trabajar en el IMPLAN conoció a Armando Pliego, un chico que es ciclista, que ahorita ya no es activista porque está trabajando en el gobierno, en la Secretaria de Movilidad. Pero, a partir de ahí, también se empezaron a gestar muchos proyectos y muchas relaciones. Entonces, además del círculo de amigos del que éramos parte, la bici también para él fue una forma de crecimiento en lo profesional, en lo personal, como en muchas cosas. O sea, mucho. Y todo fue a través de la bici. Y a mí él me decía mucho: o sea es que yo te conocí a través de la biciyo conseguí trabajo a través de la bici; yo conocí mis amigos a través de la bici. Y pues él falleció un mes después de ser Director de Movilidad en la SEMOVI, y me decía mucho: ‘yo conseguí ese trabajo a través de la bici, y yo todo esto que estoy haciendo, es gracias a la bici.’ Entonces, sí, era como una persona muy comprometida con la causa, pero desde la empatía. O sea, no por política, sino porque genuinamente amaba la bici, y la bici le había dado todo eso.  

se vuelve una herramienta de construcción y de recuperación del tejido social. Eso que hablamos: cuidas del otro, genera redes, conoces gente, construyes puentes.

Sí, por supuesto que la bici es también una tecnología del amor. ¡Sí, muchísimo, muchísimo! Al final, sí: se vuelve una herramienta de construcción y de recuperación detejido social. Eso que hablamoscuidas del otro, genera redes, conoces gente, construyes puentes. Porque de una u otra forma, todos tenemos que movernos, ¿no? Pero la bici, además, te ayuda a compartir, y al menos en México conoces alguien que es ciclista y luego luego haces clic. Y el compartir te ayuda a fortalecer redes y a generar colectividad. Sí, exacto: es una tecnología del amor. O sea, yo no podría salir con alguien que no le gustara andar en bici. ¡En absoluto! 

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Colaboradores

Entrevista y redacción: Alejandro Zamora 

Revisión: María Rodríguez Ávila

Fotografía: Alejandro Zamora

Tijuana

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